Cuando se trata de lidiar con el comportamiento de morder, es importante lidiar con este nuevo comportamiento antes de que se vuelva permanente. Aquí hay algunos pasos que se pueden hacer para evitar que su hijo muerda
Paso 1: mantén la calma y la firmeza. Diríjase a su hijo con una orden firme y simple diciéndole que deje de morder. Dejarle claro que morder está mal y mantener la mayor calma posible ayudará a resolver la situación más rápido.
Paso 2: Consolar a la víctima. Dirige tu atención a la persona que ha sido mordida, especialmente si se trata de otro niño. Si hay una lesión, limpie el área con agua y jabón. Busque atención médica si la mordedura es profunda o sangra.
Paso 3: Consuele al mordedor, si es necesario. A veces, este comportamiento de morder se desarrolla sin una intención dañina por parte del mordedor y no se dan cuenta de que hacerlo lastima a los demás. Si esto sucede, está bien consolar a un niño que se siente molesto por lastimar a alguien. Sin embargo, si el niño está usando el comportamiento para llamar la atención, no querrás reforzar este comportamiento brindándole consuelo y atención.
Paso 4: Ofrezca alternativas. Cuando las cosas se hayan calmado, sugiera alternativas a las mordidas, como usar las palabras "no", "detente" y "eso es mío" cuando quieras comunicarte con los demás.
Paso 5: Redirigir. La distracción hace maravillas con los niños de esta edad. Si las emociones y los niveles de energía son altos o si se ha instalado el aburrimiento, ayude a redirigir la atención de un pequeño a una actividad más positiva, como bailar con música, colorear o jugar un juego.
Aquí hay algunas maneras de hacer que su pequeño vuelva al camino correcto:
Se consistente. Refuerce la regla de "No morder" en todo momento.
Usa el refuerzo positivo. En lugar de recompensar las acciones negativas con atención, procure elogiar a su hijo cuando se comporte bien. Puede usar afirmaciones como "Me gusta cómo usaste tus palabras" o "Me gusta cómo estás jugando suavemente" para reforzar las alternativas positivas a las mordidas.
Planifique con anticipación. Los niños pequeños pueden sentirse más cómodos y no sentir la necesidad de morder si saben qué esperar en situaciones nuevas o de mucha energía. Si le muerden en la guardería, dígale a su hijo qué esperar antes de ir.
Encuentra alternativas. Si morder es el resultado de la formación de emociones negativas en el niño, puede ayudar a su hijo a encontrar mejores formas de expresar las emociones negativas. Por ejemplo, pedirles a los niños que "usen sus palabras" cuando están frustrados o molestos puede ayudarlos a calmarse.
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